LÍNEA DE INVESTIGACIÓN: EQUIDAD DE GÉNERO EN SALUD

 Objetivo


Identificar y comprender los procesos del cuidado de las personas y colectivos humanos desde la perspectiva de género, con el fin de brindar cuidados humanizados a partir de la construcción de una ruta pedagógica-cuidado de sí, que favorezca los procesos de empoderamiento de hombres y mujeres en el ámbito de sus relaciones de poder.

Proyectos de la línea




MÁS SOBRE LA LÍNEA EQUIDAD DE GÉNERO EN SALUD 


    Estrategias

1. Convive Boyacá en familia es una estrategia que nace de la IAP para promover el Buen Trato en Boyacá. En convenio con la secretaria de Salud de Boyacá, se da origen a esta estrategia que desde el 2014 se instaura como parte del trabajo de líderes y lideresas sociales, profesionales y personas interesadas en promover el Buen Trato.  La estrategia esta compuesta de 

·         5 textos de expresiones musicales

·         10 Libretos de programas de radio en formato mixto (periodístico y radionovela) "Evita el maltrato"

·         10 libretos de video clips en formatos de puesta en escena y animación

·         15 libretos de cuñas radiales

·         Un juego que aborda el tema de resiliencia familiar denominado "de la pirinola a la resiliencia"

·      Una cartilla que contiene una metodología didáctica que aborda el tema de cultura de la legalidad y abuso sexual infantil titulada "pueblo nuevo entre historias e historietas"

·       Una cartilla que contiene una metodología didáctica que aborda el tema de derechos humanos titulada "vamos derecho pal convite"

·      Un paquete didáctico (cartilla de talleres, video de tres episodios y tres folletos) que aborda la temática de Buen Trato en relaciones de pareja.

·       Un paquete didáctico (cartilla de talleres, video y un folleto) que aborda la temática de Autoprotección para mujeres víctimas de violencia de pareja.

·     Un rotafolio que aborda la temática de Rutas de atención para casos de VIF. 



 2. Iguales en la diferencia 
es una estrategia que nace de la RAP (Reflexión-acción-participación) para la salud orientada a la construcción de estrategias de movilización social y desaprendizaje de masculinidades hegemónicas para promover la desnaturalización y rechazo del abuso sexual infantil.  En convenio con la secretaria de Salud de Boyacá, se da origen a esta estrategia  fue lanzada el pasado 18 de marzo de 2022.  

La Estrategia "Iguales en la diferencia" se define como un conjunto ordenado y procesual de acciones basadas en la perspectiva de género que posibilitan una reflexión-acción en torno a la masculinidad hegemónica como detonante de violencias y el paso hacia el reconocimiento de resistencias y capitalización social de otras formas (no violentas, no dominantes) de “ser varón” y de relacionarse con lo femenino en general, y con la niñez en particular.

La estrategia convoca a una transformación en la forma cómo se desarrollan las acciones de educación para la salud en comunidad, no desde una perspectiva vertical sino más bien de intercambio de saberes y del co-aprendizaje y de compromiso hacia una apuesta de pedagogía de la salud. La arquitectura de la estrategia esta dada por :

Línea estratégica 1. Masculinidades y relaciones de género en la tierrita
Línea estratégica 2. Maternidades y paternidades para la protección y el Cuidado de la Niñez
Línea estratégica 3. Elementos de crítica social desde las masculinidades alternativas para la prevención del ASI
Línea transversal: Desarrollo de capacidades en perspectiva de género y masculinidades para la educación en salud.


Radionovela: Evita el Maltrato, una producción del grupo de Investigación GERCUS en convenio con la secretaría de salud de Boyacá, ingresa al enlace y disfruta sus 10 episodios.  



Video: Mujer detente, una creación de las jóvenes investigadoras del GERCUS, ingresa el enlace y comenta sobre esta puesta en escena. 

                                                                  👀 Mujer detente

Teatro: El GERCUS cuenta con un grupo de teatro que ha servido como medio de divulgación de sus resultados de investigación. 

                                                                    🎭Sin nombres para decir

Otras obras del Satyagraha con enfoque de género. 


Llegada a la escritura (Adaptación del texto homónimo, de “Su Boca” y otros que falta citar, de Helen Cixous.)



Performance 



Ir adelante, implica mirar atrás





Performance


Performance Otras formas de Sur hombre



Eventos que fortalecen la línea de equidad de género




En la calle




Lo qué reflexionan lxs semillerxs 


“Las Nuevas Masculinidades"

 Dado que tradicionalmente se maneja el concepto de masculinidad como cualidad de masculino, o conjunto de características físicas, psíquicas o morales que se consideran propias del varón o de lo masculino, en oposición a lo femenino.(1)


Se puede observar que en la película “Hacksaw ridge” se determina el conflicto que el personaje tiene con sus convicciones al ser juzgado por sus altos mandos, y como sus compañeros harían lo imposible porque desistiera de esa ideología. 

Como se observa en el análisis del cine foro, se puede determinar que la sociedad experimenta una concepción distinta entre hombres y mujeres; una transformación diferente al concepto patriarcal de masculinidad, genera rechazo dentro de la misma sociedad. 


Como se puede observar cuando la mujer empezó a tener mayor participación en el contexto laboral, y con esto empezó a generar sus propias decisiones, pero aún se mantiene el estereotipo de que el hombre debe tener el poder y controlar las decisiones tanto de su vida como la de su pareja, por eso si nos ponemos en la sociedad contemporánea se observa un hombre más consciente de una equidad social, y ha adoptado unas obligaciones, pensamientos y posiciones más igualitarias y libres de los estereotipos impuestos en la sociedad. 

Es por esto que la lucha y practica de diferentes hombres en la sociedad se ha juzgado, hasta la medida de ser rechazados por su mismo sexo y por su comunidad con diferentes términos, dado que se tiene un concepto erróneo de masculinidad y por esto cualquier actitud que no cumpla con los roles y expectativas se ha juzgado y se ha rechazado duramente, culturalmente suponen una exclusión y la marginación. 

De tal forma que las convicciones personales no se deben dejar oprimir por una conducta social, es necesario empezar a concientizar a nuestras comunidades sobre las consecuencias de estas actitudes y expectativas sexistas, y como esto ha limitado a ambos sexos a tener que ocultar o negar su propia identidad. 

Por este motivo el reto de la nueva sociedad es romper estos estereotipos, y empezar a construir un nuevo modelo social el cual sea más democrático, justo e igualitario; un empoderamiento de ambos sexos, una liberación de cargas de genero impuestas patriarcalmente, porque la igualdad permite tener un mayor valor de convivencia, una calidad en las relaciones además de otras ventajas. 

Para concluir es necesario determinar si nosotros contribuimos a una equidad e igualdad entre mujeres y hombres, o seguimos indiferentes frente a este tema…..

Referencias:
1. masculinidad [Internet]. Dle.rae.es. 2018 [cited 1 October 2018]. Available from: http://dle.rae.es/?id=OWso9PJ

Edvin Alferez


“Porque el trabajo de ellas también vale"
 

Como concepto por parte de los integrantes y participantes en el cine fórum se conoció que  el tema principal y por el cual esta fomentado el grupo de investigación es el de  la equidad de género , se da el conocimiento de que el actuar  como el sexo opuesto no está mal,  de manera cultural en la actualidad se busca que el pensamiento de exclusión cambie y de por si se elimine; todo esto se debe estar fomentado desde casa desde una crianza y una buena educación en un principio para el cambio de este estereotipo, por lo general la buena base de la educación es dada en el hogar, en la familia , pero es de igual manera de vital importancia la implementación de una educación  por parte de las instituciones sociales (como lo son los colegios hospitales , lugares de trabajo , etc.).


 Se ha logrado observar que culturalmente de manera local  se da la primacía o priman las MASCULINIDADES como lo es  que el papel del hombre en la sociedad es el de ser el MACHO PROTECTOR el cual tiene que hacer el trabajo fuerte que se tiene que reprimir sus sentimientos aguantárselos y afrontarlos solo, que no puede hacer ninguna actividad fuera de lo establecido por la sociedad si no empieza a ser discriminado. Y en el caso de la mujer SEXO DEBIL en el cual se ve marcado demasiado  un rol como lo es ser ama de casa y pues para el comportamiento de una mujer ante la sociedad tiene que ser un comportamiento, un lenguaje, unos derechos, los cuales la hacen una dama, se da la discriminación y  se da  el rechazo por el pensamiento de que por ser mujer es del sexo débil y no se puede desempeñar igual que un hombre. Todo esto en cuanto a masculinidad.


También se dio a conocer el punto de las mujeres en cuanto el apoyo ante la discriminación y esto denota que entre las mismas mujeres hay una falta grave de solidaridad. Se genera una subvaloración del papel de la mujer, no son iguales que los hombres en cuanto a que se toma el caso entre los hombres cuando son amigos el hombre acolita o ayuda a el otro sin pensarlo como lo es el caso, cuando se escapan en las mujeres pasa lo mismo pero con diferente respuesta, como tal no hay cierto apoyo.

Como conclusión final se logra entender y se da a conocer que el punto fundamental para la equidad es el AMOR por que cuando se logra dar amor propio se puede dar amor a los demás y al dar amor a los demás no importa las diferencias  ni nada por el estilo, se valora a la persona por quien es, por cómo piensa mas no por su aspecto, por su sexo o por lo que tiene. Además de esto se da a conocer que aún falta camino por recorrer para llegar a una equidad de género donde ninguno de los dos se vulnere.
 
Andrés López Ávila


Tejiendo rutas para el empoderamiento de mujeres maltratadas residentes en Tunja: “Yo sí puedo y lo hago por mí”

Este proyecto de investigación se inscribe en el macroproyecto “Abordaje integral a mujeres maltratadas y prevención de la violencia de género en Tunja (Boyacá, Colombia)”, en la línea de investigación Equidad de Género en Salud, desarrollada por el grupo de investigación GERCUS. Esta investigación se lleva a cabo mediante la Investigación Acción Participativa, que permite a las mujeres víctimas de violencia de género en las relaciones de pareja, residentes en Tunja, reflexionar sobre su situación, y mediante el proceso pedagógico asumir una posición crítica, de autorreflexión y autoentendimiento, con el fin de deconstruir imaginarios socioculturales que perpetúan la violencia de género; de lo anterior surgen actitudes de empoderamiento que hacen que las mujeres transformen sus valores y posiciones, convirtiéndose así en mujeres que rechazan la violencia en sus vidas y entorno.

 La investigación aporta los primeros pasos para construir la “Ruta pedagógica para el cuidado de si”, que es uno de los fines del macroproyecto “Abordaje integral a mujeres maltratadas y prevención de la violencia de género en Tunja (Boyacá, Colombia)”. El proyecto de investigación titulado Tejiendo rutas para el empoderamiento de mujeres maltratadas residentes en Tunja: “Yo sí puedo y lo hago por mí” es un estudio de tipo cualitativo descriptivo e interpretativo, fundamentado en la teoría critico-social planteada por Habermas, cuyo enfoque metodológico se realizó a través de la Investigación Acción Participativa (IAP), tomada de Fals Borda y Peter Park. 

La estrategia de mediación en el estudio fue el ‘bordado en punto de cruz’ que dio lugar a que las mujeres expresaran y reflexionaran sobre su situación de maltrato y agresión, así como a potenciar sus habilidades artísticas en la elaboración de productos artesanales comercializables que ofrecen independencia económica a las mujeres. Las participantes fueron 8 mujeres residentes en la ciudad de Tunja, que manifestaron ser o haber sido víctimas de diferentes tipos de violencia por parte de su pareja. Dentro de los hallazgos importantes emergentes en la investigación se encuentran seis categorías: La categoría “naturalización de la violencia” evidencia la manera como se ha permeado la estructura mental de las mujeres, generando en ellas una conciencia de aceptación del maltrato como algo natural dentro de las relaciones de pareja. De la misma manera, el hombre desarrolla mecanismos de poder sobre la mujer y sus hijos, para someterlos e impedir que la mujer decida no soportar más la situación; este fenómeno se describe en la categoría “entre golpes, amenaza y miedos, la mujer queda atrapada”. El amor, que es entendido por las mujeres como una razón por la cual se debe aguantar, es el componente central de la categoría “la concepción altruista que nos han enseñado del amor”; esta categoría refleja las concepciones reproducidas a través de la socialización, que llevan a que las mujeres se enajenen de su ser a cambio de satisfacer las necesidades de los demás, todo en nombre de un amor que debe darse como una entrega absoluta y sin esperar nada a cambio. Sumado a esto aparece la figura de los hijos como protagonistas en la toma de decisiones de las mujeres, donde la maternidad es asumida como una entrega total de la mujer hacia el cuidado y formación de los hijos, pasando a un segundo lugar su ser mujer y la satisfacción de sus propias necesidades; es así como las mujeres se enaltecen y sienten orgullo al sacrificar su bienestar por el de sus hijos, lo que da origen a la categoría “los hijos e hijas como protagonistas que atrapan a la mujer en las redes de la violencia”. 

A partir de todas estas expresiones de las mujeres, en las que evidenciaban aceptar la violencia dentro de sus relaciones de pareja como un acontecimiento natural, surge la necesidad de generar un proceso a través del cual se logre transformar dicha estructura mental, donde la violencia sea reconocida como tal y rechazada dentro de las relaciones entre hombres y mujeres, para que estas tengan como base principal la equidad entre géneros y donde la dignidad de las mujeres sea reconocida. Es así como dentro del proceso surge el momento metodológico en que las mujeres entran a un estado de autorreflexión y autoentendimiento, necesario para desmontar dicha estructura mental y construir nuevas relaciones que tengan como base la dignidad y la equidad entre géneros, surgiendo así la categoría “desnaturalización de la violencia”, que se relaciona estrechamente con la categoría “proceso de empoderamiento que da fuerza al cambio”, en la cual surgen en ellas cualidades que les permiten empoderarse de sí mismas para así empezar a reconstruirse y a transformar sus relaciones de inequidad en las que están inmersas. 

Sin embargo, este proceso no se produce de manera lineal, puesto que a lo largo de él fue posible identificar en las mujeres algunos retrocesos que evidenciaban nuevamente situaciones de gran dificultad dentro de sus relaciones. Es así como durante todo el proceso se logró evidenciar en estas mujeres grandes cambios en su estructura mental, donde se permitía el maltrato; así como en su manera de actuar, donde lograron reivindicar su ser mujer, empezando a exigir el respeto de su dignidad y condición humana ante el patriarca; de este modo fue posible sanar, aunque no del todo, heridas producidas en relaciones pasadas en algunas de ellas, y en relaciones actuales en las demás, empezando así a tejer nuevos sueños en sus vidas, donde era posible que ellas fueran artífices y protagonistas de su propia y nueva realidad; para algunas de ellas fue necesario dejar definitivamente al agresor, ante la imposibilidad de transformar sus concepciones machistas y su conciencia alienada en proporcionar maltrato; y finalmente, una de las participantes, tras asumir su nueva conciencia, que exigía el respeto de sus derechos, consiguió transformar en alguna medida, aunque no completamente, la conciencia de su compañero, quien empezó a reconocer la condición humana de su esposa, respetando así sus derechos y asumiendo una relación basada en la equidad. 

Claudia Yaneth Gómez 

Diana Emilce Álvarez 

Érika Alejandra Sierra


La enajenación del trabajo femenino de lo privado a lo público. A modo de reflexión

 

El trabajo desde siempre ha significado una parte importante en la formación del ser humano, es en este, donde cada uno demuestra sus capacidades en una labor especifica, “este trabajo permitía que la persona se reconociera proyectando en el objeto de su creación parte de sus pensamientos, necesidades e incluso sus estados anímicos” ; es decir el trabajo y objeto final de este no era más que otra forma que el Ser usaba para comunicarse con su entorno, el impreso personal de aquel que lo realizaba permitía una satisfacción de su labor debido a que el objeto de su trabajo había cumplido su objetivo. 

Aun así cuando la entrega del objeto final del trabajo se convirtió en una producción en masa y cuya única finalidad era meramente monetaria, el objeto no llevaba implícito el pensamiento del ser, sino el frío cálculo de una maquina. Desde ese momento el hombre derogo casi en su totalidad la labor a la consecución monetaria y entrego su capacidad a la maquinaria que produciría en mayor cantidad el objeto a vender; sin darse cuenta no solo entrego la labor sino la posibilidad de comunicar por medio de su creación sus pensamientos, deseos, necesidades, convirtiendo su labor en una rutina externa al ser; el trabajo ya no significa nada para él por que ya no advierte nada, no le pertenece y tampoco le permite reconocimiento como individuo; este proceso repercute en una nueva cualificación del trabajo en la vida del hombre y la mujer, ya no como fuente de satisfacción sino al contrario como una especie de castración parcial del espíritu lo que conlleva a que se transforme en un trabajo enajenado. 

Este trabajo enajenado cumple según Marx ciertas características que lo determinan, ya que “es un trabajo externo al trabajador, donde el trabajador no se afirma sino se niega, no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu” . El trabajo de la mujer en el ámbito privado cumple con las características que plantea Marx? Para Hanna Arendt (1974) “espacio privado es el ámbito de la necesidad, donde se resuelven y satisfacen las necesidades de la vida, es lo domestico” durante mucho tiempo la mujer hace parte de este espacio y se desempeña en el mismo manteniéndola en la invisibilidad propia del espacio privado, sumado a esto el aislamiento, la falta de conexión social, de estímulos personales y las relaciones de poder en la familia dada la carencia de un salario y dependencia económica ya que la labor de la mujer es considerada improductiva desde el punto de vista capitalista y que como argumenta Michele Barrett “para las mujer el trabajo domestico es un trabajo real que no disfrutan o, al menos, les produce sentimientos ambivalentes, ya que es una labor monótona, repetitiva y fragmentada” esto nos hacen pensar que esta labor es definitivamente un trabajo enajenado debido a que la mujer no se afirma sino se niega, no desarrolla una libre energía física y espiritual como señala Marx. Incluso cuando la mujer empieza a realizar sus primeras apariciones en el mundo mercantilista aun desde labores propias de lo domestico como hilandera, modista, niñera o criada en las ciudades y en el campo se continua subvalorando este trabajo y se indaga por la conveniencia, moralidad, e incluso la licitud de las actividades asalariadas (Joan Scout, mujer trabajadora en el siglo XIX 1994), y se inicia la discusión sobre que clase de trabajo era idóneo para la mujer, su feminidad y moralidad ya establecida culturalmente. Quizás el interés por las amas de casa emerge durante la década de los setenta ligada a problemáticas socio histórico como el proceso de industrialización, urbanización, el declive de la solidaridad obrera y las modificaciones de las estructuras de clase. “En estas transformaciones se ve a la mujer en el cambio de producción domestica a producción fabril y su buen desenvolvimiento en ambos campos, sin embargo se supuso que el traslado de labores era difícil de asumir por lo tanto las mujeres solo trabajaban por periodos cortos para retirarse después de casarse y tener hijos, por esta razón continuaba la concentración de la fuerza femenina en empleos mal pagos y no cualificados que constituían un reflejo del rol maternal”.

 Por otra parte la familia aparece como una pequeña empresa donde la mujer es organizadora de la mayoría de tareas que se realizan y cuya función principal sería reproducir la fuerza de trabajo, que constituye una mercancía dentro del ciclo de producción capitalista. Al repensar la labor de la mujer, ya incluida en el ciclo capitalista, se le ve como obra de mano barata y flexible, de la pequeña economía que empieza a verse impulsada precisamente por las mujeres, pero igualmente condenada a la subestimación y subordinación por los grandes capitalistas en el momento representados en los hombres, estos dueños de la toma de decisiones y del reconocimiento social, sin embargo muchas de las mujeres que entraron en el conflicto, trabajo asalariado- crianza de los hijos prefirieron enviar a sus hijos con niñeras antes de abandonar sus empleos. Esta determinación de algunas mujeres permite una visualización de la labor de la mujer en el mercado que en es visto como un problema social ya que lleva a la desarticulación de las formas familiares, mientras desde una perspectiva feminista era vista como forma de emancipación de las mujeres. Claro esta que esta presento un sin numero de obstáculos impuestos por el temor de los hombres a que su trabajo fuera menos remunerado ya que las mujeres cumplían con labores similares a menor precio, así decididos a que la mujer volviera a su labor en el hogar impidieron que estas realizaran tareas incluso de sindicalismo con el sustento de que el cuerpo de la mujer esta hecho para la maternidad y no para el trabajo en las fabricas. Sin embargo pese a muchas de los debates originados en torno al trabajo de la mujer, esta continúo con su labor en especial en fábricas textiles, sombrererias y sastrerías, lavanderías, estos recibieron la denominación de “trabajo de mujeres” y como tal se remuneraba. La continuación de las mujeres en estas labores permitió que su trabajo fuera reconocido en el mercado laboral aunque no visto. Esta oportunidad de entada en este mercado también pone a la mujer en interacción con las otras y a formar asociaciones, esta relación entre iguales las ubica en un ámbito de público para la toma de decisiones, este espacio es según Hanna Arendt “como una esfera abierta a la discusión y deliberación sobre asuntos de interés común” , por lo tanto son espacios de acción concertada. 

De está forma para algunas mujeres, el trabajo les producía sensación de utilidad y de vigor además de exponerlas a movimientos políticos que desarrollaban una identidad entre ellas, “así, cuando las sindicalistas reclaman por un mejor salario para las mujeres, no solo daban por supuesto que deberían seguir trabajando sino que querían hacerlo y que el deseo de tener una ocupación contaba tanto como la necesidad económica para explicar la presencia de mujeres en la fuerza de trabajo” . Aun sabiendo que las mujeres desean pertenecer a las fuerzas laborales, como un camino para ver su labor como librante , donde se afirmaran ,se sientan felices y desarrollaran una libre energía física y espiritual, estas situaciones laborales coartaban el ánimo emprendedor de las mujeres y las reducía a lo mínimo, es decir el trabajo para la mujer no borro su papel opresivo y limitante, por lo tanto las esperanzas, de deshacerse de la situación de enajenación del ámbito privado al que pertenecían, aun pertenecen , empiezan a declinar en el ámbito publico. La entrada de mujeres a la guerra tiene sus inicios en las labores como cocineras, proveedoras, prostitutas y secretarias en las altas cortes de justicia; a la margen de las posiciones formales de Reina y princesa a las mujeres nunca se les confirió cargo de alguna importancia, sin embargo recibían un estatus o posición según la cuna de descendencia o el esposo que obtuvieran. Así es que las mujeres podían estar sentadas en las cámaras de decisión y en las grandes conversaciones políticas pero no participar y menos obtener voto. De esta forma “el único sitio donde las mujeres podían ubicarse eran como supervisoras de los hospitales sin embargo el gobierno de la ciudad era de hombres: maridos y padres que sabían que era lo mejor para sus familias” . 

Lo que conlleva a que la mujer sea visita en los trabajos donde pueden ser guiadas por el símbolo masculino de poder, asumiendo la posición de mujeres asalariadas en trabajos de servicio, más no productivos. “Otro campo donde se podía ver a mujeres era dirigiendo grandes masas del área rural como guías del “populacho” razón por la cual se les permitió liderar procesos en este ambiente ya que las mujeres tenían capacidad para ser educadas en la “virtud masculina” y así unos y otras tenían derecho a participar siempre y cuando fueran guiados por la razón” . Las mujeres continuaron su posición de liderazgo desde los bajos estatus de la sociedad, mientras los hombres ignoraban el impulso que el poder de la mujer estaba obteniendo, aun de forma voluntaria y sin más reconocimiento que el de mantenerse en este espacio de visibilidad. Gozando de estas posibilidades las mujeres deciden iniciar cambios que influyan en la vida de sus semejantes, es de esta forma como con su imagen de mujer se apropia de procesos de cuidado y filantropía que más tarde será el enmarcado del trabajo femenino, su carta de presentación y terminara por la organización del trabajo, por estatus, salarios, constituyendo un trabajo sexualmente dividido que repercute negativamente sobre la mujer dándole nuevamente la posición de mano de obra barata.

 Aunque muchas mujeres actúan de forma voluntaria se debe tener en cuenta que la falta de reconocimiento social del trabajo que esta realiza limita la afirmación e identificación de la mujer, y al contrario la niega, no se siente feliz, sino desgraciada ya que estos trabajos resultan igualmente rutinarios, y roban la energía física y espiritual mortificando su cuerpo y en ocasiones arruinando su espíritu”. A modo de reflexión podemos decir que el continuo intento de las mujeres por mostrar su espíritu de eventual fortaleza, se ve opacado por los sistemas de producción mercantilista en su mayoría en manos de lo masculino, de esta forma cada mujer que incursiona en lo publico como una forma de revolucionarse contra su espacio privado, es de una u otra forma un contra peso a la enajenación en la que se encontraba, para consagrarse a una labor que le permitiera sentirse en bienestar , conformes, incluso realizada. Estas situaciones en las que cada una de la mujeres que incursionan en lo público con una misión histórica y un ideal político hoy han de pensar que no importa que tan seguro es el terreno que pisa y que tan riesgosa es la subida a la cumbre que nos trae la nueva posición en la sociedad, lo importante es arriesgarse a subir la cumbre, una vez en la cima sabremos que hacer, lo importante es cruzar la frontera que desde hace tiempo fue trazada. Pensemos que ahora habitamos una sociedad de procesos y estructuras dinámicas, somos mujeres que han aumentado el campo de sus posibilidades, lo que implica tomar un camino distinto de aquel que conduce a la esterilidad de la mente.
 
Bibliografía
 
1. GARCIA, Jiménez. José. Actualidad de Marx: el trabajo enajenado. En: revista apuntes del cenes #18 . 2. PATRÓN, Pepi. Esferas públicas”sub.-alternas” en: Revista entre los limites y las rupturas. Centro de estudios en género: mujer y sociedad. Universidad de Antioquia. Medellín 2000. 3. PERROT. Michelle. Salir. Historia de las mujeres cuerpo, trabajo y modernidad. Editorial Tauros. Madrid.1994. 4. SCOUT. Joan. La mujer trabajadora en el siglo XIX. Historia de las mujeres: cuerpo, trabajo y modernidad. Editorial Tauros. Madrid.1994.
 
Solanye Galindo Huertas

 

 







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